sábado, 15 de marzo de 2008
etude
el pianista de al lado me pidió que le de lecciones de conducir. recuerdo que cuando subimos al auto, muy temprano, derrepente las calles se parecían a mis calles, la niebla, los montoncitos de basura, el olor del pan caliente. el borrachito que cantaba y no concebía otra tierra que no sea la de la tristeza, la tristeza de la mañana. dejamos de conducir, desayunamos juntos y el día terminó de empezar.
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