los domingos

bolero

yo también quiero vivir afuera. y sembrar un jardín para entender lo que no pude entender. siempre he hablado del cambio de traje pero nunca de un avión cruzando el mar. la belleza es demasiada alta para mi gusto. desde el cielo puedo ver el aeropuerto. parece un corazón reventado por una bala. y llegamos al paraíso sin grandes aspiraciones, con los pétalos en su forma perfecta y la tetera expulsando el tiempo a su ritmo acompasado y sabio.

celestito

busco simplemente una casa, y en la casa hay una buena mujer que acaricia mi mejilla, dicen que es la esposa del hombre que yo fui. y le pido una prueba y me sirve un vaso de agua. el caso perdido es nublado, hay azules que se difuminan, hay mucho tiempo por perder.